La observación electoral es una herramienta vital para el desarrollo de democracias sólidas, libres, competitivas y transparentes. En tanto tal, se ha convertido en una instancia fundamental para el intercambio de experiencias, el aprendizaje colectivo y la mejora constante de los procesos electorales.
Sin embargo, en la actualidad solo se utiliza de manera activa en los procesos electorales que están en curso. Es poco común encontrar experiencias de intercambio antes de que se celebren las elecciones. Es importante el durante, pero también el antes y el después. Esto abre una oportunidad de aprendizaje y mejora constante a partir del encuentro recurrente de funcionarios gubernamentales y judiciales en lo que a organización de los procesos electorales se refiere.
El diagnóstico de las necesidades y de los requerimientos de mejora genera las condiciones para construir un banco de experiencias electorales valiosas que permitan pensar, diseñar e implementar reformas necesarias y consensuadas.