Desde el Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD) nos sumamos a la pregunta: telegramas en cero, ¿son un sinónimo de fraude? Para responder a este interrogante corresponde que observemos primero cómo se cuentan los votos en la Argentina y qué recorrido tiene cada sufragio una vez que lo emite cada ciudadano.
Cabe destacar que todo el proceso electoral en nuestro país involucra a diferentes actores/as de la sociedad, desde el sorteo de quienes serán autoridades de mesa hasta la participación activa de los partidos políticos, el Poder Judicial, Justicia Nacional Electoral, el Correo, las Fuerzas de seguridad, el Poder Ejecutivo. Es una tarea colectiva que implica un trabajo de coordinación que comienza más de un año antes de celebrarse las elecciones nacionales que distribuyen el poder político en nuestro país.
¿En qué consiste el escrutinio provisorio?
Cuando la última persona termina de votar, la urna se abre y el presidente de mesa, junto a su auxiliar y bajo la observación de los fiscales de cada fuerza política, cuentan todos los sobres que hay en la urna y se compara con la cantidad de personas que tenemos anotadas que votaron en el padrón. Luego, se cuentan los votos emitidos por cada agrupación política.
Una vez que tenemos los resultados de la mesa, se confeccionan tres documentos:
– Acta de escrutinio. Es el documento con el que se realiza el escrutinio definitivo. Los otros dos documentos son una copia de este. En el acta consta la cantidad de votantes, el resultado de la urna y cualquier observación que quisiera realizar las autoridades de mesa o los fiscales partidarios.
– Certificado de escrutinio. Es el documento que se entrega a los fiscales para que llevan a los partidos. Luego, los partidos pueden realizar reclamos sobre la mesa a partir de este documento. Una copia adicional del certificado se deposita dentro de la urna antes de sellar.
– El telegrama. Es confeccionado por el presidente de mesa: contiene todos los detalles de los votos contados en la mesa. Lleva la firma de los y las fiscales de las fuerzas políticas y de la autoridad de mesa. Cada telegrama se entrega al personal del Correo, que lo transmite a la Justicia Electoral y a la Dirección Nacional Electoral, para la totalización y difusión de los resultados provisorios de las elecciones. Estos resultados nunca cubren el total de las mesas: siempre hay una pequeña proporción de telegramas que no llegan a ser enviados, que tienen errores de confección o que quedan sin completar. El denominado escrutinio provisorio no tiene validez legal. Sólo sirve para informar a la ciudadanía a cargo de la Dirección Nacional Electoral (DINE, dependiente del Poder Ejecutivo Nacional).
¿En qué consiste el escrutinio definitivo?
Dos días después de las elecciones generales comienza el escrutinio definitivo. Este se realiza sobre el Acta de Escrutinio. Lo realiza la Justicia Nacional Electoral de forma descentralizada, es decir, está a cargo de los jueces federales en las PASO y de las juntas electorales en las generales y el balotaje.
Los números del escrutinio definitivo pueden diferir del provisorio porque:
– incluye la resolución de observaciones e impugnaciones;
– se cuentan los votos de residentes en el extranjero, privados de la libertad y fuerzas de seguridad afectadas al comando electoral (no se cuentan en el provisorio);
– corrige errores en la confección de documentación electoral necesaria para el provisorio (telegramas);
– a diferencia del provisorio, que generalmente alcanza el 95% de las mesas, el escrutinio definitivo se realiza en todas las mesas y tiene validez legal.
A medida que se revisan las actas se cargan los resultados en un sistema informático del Poder Judicial. Un fiscal partidario puede cuestionar la validez de un Acta de Escrutinio (con su Certificado de Escrutinio) y pedir la apertura de la urna y el recuento voto por voto.
¿Qué ocurre cuando se reclama por una apertura de urna?
No se puede abrir cualquier urna. La justicia sólo puede decidir la apertura de una urna cuando: no hay acta, el acta parece adulterada, o no coincide con el telegrama o el certificado de algún fiscal. También puede determinarse la apertura de las urnas cuando, durante los comicios o en las 48 hs. posteriores, algún partido impugna el resultado de una mesa o varias.
Si el acta está bien confeccionada y no hay reclamos, los resultados reportados por el presidente de mesa en el acta se usan para calcular el resultado definitivo. Si el acta está completa y los datos son consistentes con el resto de los documentos no se puede abrir la urna.
La lógica detrás del microfraude
Ahora bien, en los últimos días aparecieron denuncias sobre micro fraudes y la existencia de telegramas con votos 0 para La Libertad Avanza. ¿Por qué se puede dar esto? Entre las múltiples causas usuales bajo este sistema aparecen los errores en la carga, fallas en la transmisión o errores humanos. Las tres mencionadas pueden ser enmendadas. Tal como destacamos anteriormente, el escrutinio definitivo no se hace con la información brindada por los telegramas sino con las Actas de Escrutinio.
Por otra parte, la existencia de mesas con telegramas con 0 votos no es algo privativo de una sola fuerza política, sino que es algo que le ocurre (y ha ocurrido) a otros espacios políticos, sean oficialistas u opositores. Para despejar esa duda, a partir de un relevamiento de los datos ofrecidos por la DINE que llevó a cabo nuestro equipo de investigación, a cargo de Sebastián Parnes, detectamos que La Libertad Avanza tiene 1.669 telegramas con 0 votos, una cifra similar a Unión por la Patria (1.652) y a Juntos por el Cambio (1.675).
Fuente: elaboración propia en base a datos del escrutinio provisorio.
Tal como se puede observar, los valores absolutos son similares entre todas las fuerzas (salvo por Hacemos por Nuestro País de Juan Schiaretti y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores de Myriam Bregman). Si calculamos el porcentaje que representa esa cantidad de mesas sobre el total de las habilitadas para votar el valor es bajo y, al mismo tiempo, equilibrado entre los principales contendientes a la Presidencia de la Nación.
Adicionalmente, detectamos patrones similares en elecciones generales anteriores. En las tablas subsiguientes reconstruimos el mismo análisis para la primera vuelta de las elecciones 2015 y 2019. En estas dos elecciones, por otra parte, hubo un conjunto de mesas que no fueron contabilizadas en el escrutinio provisorio. Situación que no estuvo presente en las elecciones de este año 2023.
Fuente: elaboración propia en base a datos del escrutinio provisorio.
Fuente: elaboración propia en base a datos del escrutinio provisorio.
Observamos así que en las dos elecciones anteriores se repitió la misma tendencia. Los números absolutos y los porcentajes sobre el total de mesas no difieren en gran medida entre los principales contendientes. Cabe agregar que, tanto para las elecciones generales de 2019 como las de 2015, el porcentaje de mesas con 0 votos sobre el total de mesas disponibles para sufragar fue muy similar. Esto permite considerar que ha habido una mejora en todo el proceso del escrutinio provisorio de parte de la DINE para los comicios de 2023.
El carácter público de los datos electorales permite que cada uno de los ciudadanos y ciudadanas argentinas realice por sí mismo este control. El debate generado en medios de comunicación y redes sociales, a veces planteando dudas sobre la legitimidad del comicio, paradójicamente fortalece los aspectos más positivos de la organización electoral argentina. Así, cualquier ciudadano puede consultar en este link el resultado de su mesa en el escrutinio definitivo realizado por la Justicia Electoral.
De esta manera, y a modo de conclusión, consideramos que es responsabilidad de todos los partidos políticos que compiten en las elecciones argentinas, sean locales, nacionales o provinciales, colaborar en la confianza del proceso electoral. Como actores que compiten pero que, al mismo tiempo, participan en la co-organización de los comicios, tienen un rol central en reforzar el reconocimiento legítimo de las elecciones como un mecanismo para garantizar el normal funcionamiento de una democracia.
La fortaleza del sistema electoral argentino, un consenso construido responsablemente por el Estado, la sociedad civil y los partidos políticos durante estos cuarenta años de democracia, es un valor esencial para su consolidación.
En urnas de Cipolletti no se vio datos con cero voto..por lo menos en isla jordan. Todo normal sin quejas de ningún fiscal
[…] Un último comentario de esta columna es para serenar los ánimos respecto a las denuncias de fraude el 22 de octubre. Al respecto ya se pronunció la Cámara Nacional Electoral, una instancia judicial digna. También existen estudios de CIPPEC que dan cuenta de que el sistema de votación tiene defectos, pero es muy poco propenso a la manipulación. Algunas fuentes irresponsables han difundido el número de actas con 0 votos para una fuerza política. Lo que no aclararon es que existe casi el mismo número de actas sin ningún voto para otras dos coaliciones. Aconsejo leer el informe del CICAD: https://cicad.ar/2023/10/31/el-recorrido-del-voto-en-las-elecciones-argentinas/ […]
[…] Según el informe del CICaD, en la primera vuelta electoral el partido La Libertad Avanza tuvo «cero votos» en 1.669 telegramas electorales, mientras que Unión por la Patria obtuvo el mismo resultado en 1.652 telegramas y Juntos por el Cambio en 1.675. La organización que busca promover la participación ciudadana en los procesos electorales, explicó por qué ocurren estas comunicaciones de los resultados electorales. […]